¿Cómo criamos a nuestros bebés y cómo nos criaron nuestros padres? - 7 cosas

Cómo criamos a nuestros bebés y Cómo nos criaron nuestros padres

¿Cómo criamos a nuestros bebés y cómo nos criaron nuestros padres? - 7 cosas

La crianza ha cambiado radicalmente en los últimos años. Comparemos cómo nos criaron nuestros padres con cómo criamos nosotros a nuestros bebés. Analizaremos en detalle estas tendencias y los factores que las impulsan. También señalaremos los pros y los contras de estas tendencias.

01. Hay una aplicación para eso

Existe un chiste que dice que no importa lo que quieras, hay una aplicación para eso. Puedes consultar tu sistema de seguridad del hogar a través de una app y responder a un visitante en la puerta.

La misma tecnología puede usarse para verificar que los niños han llegado a casa desde la escuela o para comprobar el estado de la guardería. Puede hacer un seguimiento del horario de alimentación y sueño del niño a través de una app, así como de su propia rutina de ejercicios. 

Entretener a un bebé o practicar las operaciones matemáticas se hace cada vez más con una aplicación, en lugar de darle un juguete o tarjetas.

02. Sentirse mal se considera moralmente malo

El movimiento de la autoestima se ha apoderado de la sociedad. Se basó en una investigación que confundió la correlación con la causalidad. Vieron que muchos delincuentes tenían una pobre autoestima y asumieron que una buena autoestima prevenía la delincuencia.

También vieron que muchos niños con grandes logros académicos tenía una buena autoestima. El resultado final fue un interminable esfuerzo por mejorar la autoestima.

El problema es que la autoestima válida proviene de los logros. Decirles a los niños que siempre deben sentirse bien pase lo que pase les priva de la oportunidad de aprender a enfrentarse al rechazo y al fracaso de forma constructiva. Decir que todo el mundo es un ganador en realidad contribuye a la ansiedad, porque los niños piensan que no creemos que puedan conseguir cosas por sí mismos.

Al fin y al cabo, les estamos privando de la competencia que les permite demostrar que son mejores.

Este movimiento golpea a los padres de varias maneras. Una de ellas es que les digan que están perjudicando a su hijo si hieren sus sentimientos. Esto puede llevar a presión por parte de extraños para dar a su hijo lo que quieren, independientemente de la petición, aunque el padre haya dicho que no.

Por desgracia, esto socava la autoridad paterna y los límites saludables. También significa que muchos padres sienten que decirles a sus hijos que no es perjudicial, por lo que ceden a todas las peticiones. 

El problema es que deja a los niños mal preparados para enfrentarse a los límites más adelante en la vida, ya sea que los profesores los disciplinen por tomar cosas o que la policía los detenga por agredir a otros.

Los jóvenes adultos que hacen berrinches cuando no consiguen la codiciada pasantía o se encuentran con personas que se niegan a seguir sus caprichos terminan solos e incluso sin empleo.

03. Las redes sociales son su propio monstruo

Las redes sociales ofrecen a la gente una forma estupenda de mantenerse en contacto. Por desgracia, significa que los desconocidos pueden ver que lindo video de su bebé en el baño. Que se burlen o empeoren depende de la persona.

Los padres a menudo pasan por alto el hecho de que las búsquedas en las redes sociales se hacen de forma rutinaria antes de ir a una cita o entrevistar a alguien. Ahora, ese vídeo de un niño bonito que publicaste hace varios años podría perjudicarles literalmente en la vida real.

Medios de comunicación social está paralizando a los niños en otros aspectos. Tienen muchos amigos virtuales pero carecen de relaciones sociales sanas y fuertes en la vida real. Esto los deja ansiosos y solos a pesar de la ilusión de conexión. También los hace vulnerables al abuso y al suicidio, porque una turba de odio en línea hace que parezca que todo el mundo los odia.

Pasar demasiado tiempo en línea también significa que no aprenden a relacionarse con los demás en la vida real, lo que limita su capacidad de establecer relaciones reales y estrechas.

04. Saber mucho más mucho antes

Las ecografías del segundo trimestre para conocer el sexo del niño son tan habituales que se considera raro a los padres que dicen que esperarán a que nazca el bebé para saber cuál es. Un estudio ha descubierto que los análisis de sangre prenatales son bastante precisos para determinar el sexo del niño.

Esto abre la puerta a saber si vas a tener un niño o una niña poco después de descubrir que estás embarazada.

05. La evolución de los cochecitos es sorprendente

Hemos tenido cochecitos plegables desde aproximadamente 1990. Sistemas de viaje que permiten acoplar un portabebés a un cochecito o a una silla de auto son aún más cómodas. Estas tecnologías son cada vez más seguras y fáciles de usar.

Sin embargo, los cochecitos están empezando a volver a los antiguos diseños en los que los niños miraban hacia el adulto en lugar de hacia el exterior. Esto se debe a que los estudios sugieren que mirar hacia afuera interfiere en el desarrollo del lenguaje del niño.

06. La evolución de los muebles para bebés está en marcha

Las cunas abatibles se consideraban convenientes. Ahora se consideran demasiado peligrosas para venderlas a las familias. Los protectores de cuna se diseñaron para evitar que los niños se golpearan con el duro aumento de la cuna y reducir las probabilidades de que se atascaran los brazos entre los barrotes.

Ahora se consideran peligrosos, porque suponían un riesgo de asfixia. Seguimos viendo cunas y otros muebles que pueden "crecer" con el niño, ya que los padres no quieren tener que comprar y vender muebles (o almacenarlos) a medida que sus hijos crecen.

07. El crecimiento de los asientos de coche continúa

Asientos de coche no se han vuelto más sencillas de usar o instalar. Sin embargo, la normativa obliga a utilizarlos durante más tiempo que antes.

Por ejemplo, las sillas de coche son ahora obligatorias para los niños hasta los dos o tres primeros años de vida. A partir de entonces, se suele exigir que los niños vayan en un asiento elevado.

Esta medida se basa en una investigación que demuestra que los niños que utilizan asientos elevados tienen casi la mitad de probabilidades de resultar heridos en un accidente que los niños que sólo llevan puesto el cinturón de seguridad.

Conclusión:

La crianza de los hijos ha cambiado radicalmente en los últimos veinte años. Algunas de las innovaciones que llegaron cuando éramos más jóvenes han retrocedido, mientras que otras siguen vigentes a pesar de los problemas que crean. Esto significa que quizá no cometamos los errores que cometieron nuestros padres, pero es probable que cometamos otros nuevos.

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